viernes, octubre 28, 2005

Ordenación

Hoy hace veinte años me ordene como Dharmachari en la Orden Budista Occidental. Veinte años. Dharmachari quiere decir 'uno que anda en el Dharma'. La verdad es que no siempre lo he hecho y mi comprensión de en que consiste ha tenido que madurar bastante.

La ordenación en la Orden Budista Occidental (OBO) toma lugar con dos ordenaciones, la privada y la pública. La ordenación privada se celebra sólo con la presencia del preceptor y marca la decisión del individuo, e independiente de los demás, de comprometerse con el Buda, con el Dharma y con la Sangha (es decir con la ideal de la Iluminación y el ejemplo del Buda, con el camino de su enseñanza y con la comunidad espiritual de aquellos que recorren el camino). La ordenación pública se celebra entre amigos y hermanos y representa el hecho de que, a pesar de estar dispuesto a caminar solo, se hace con otras personas.

Hace veinte años tenia veinticinco. Desde el futuro saludo a aquel 'chico'. Espero que me pueda perdonar mis torpezas y de no haber cumplido todos sus sueños. Y le agradezco su coraje, su visión y su determinación. Sin él mi vida habría sido bastante menos rica de lo que ha sido.




Y se lo agradezco enormemente a mi preceptor y maestro, Sangharákshita.

jueves, octubre 20, 2005

¿Budismo occidental?

El mantra “om mani padme hum” (que normalmente se traduce como ‘om la joya en el loto hum) es el mantra de Avalokitésvara (o Chenrezi en Tibetano), el bodisatva de la compasión. Se dice que meditar en ella purifica la mente.

En la entrada de templos se encuentran enormes ruedas, parecidas a barriles, que los devotos hacen girar con reverencia. Se llaman ‘ruedas de plegarias’ (o así las llamamos los occidentales). En su exterior e interior tienen escrito el mantra de Avalokitésvara. Se dice que girar la rueda a entrar en el templo trae mérito y salva a innumerables seres de los sufrimientos de Samsara.

Desde hace unos años se encuentran estas ruedas en forma digital para usar como salvapantallas o para poner en las páginas web. Incluso se anima a la gente a bajar el mantra para simplemente guardarlo en el disco duro del ordenador. Así girará millones y millones de veces.

Supuestamente El Dalai Lama ha dicho que el efecto es el mismo que hacer girar con las manos una de estas ruedas de plegarias al entrar en un templo.

Lo peor es que hay personas que se lo creen.

El literalismo y la superstición también se encuentran en el budismo.

martes, octubre 18, 2005

La educación

Uno de los bien conocidos beneficios de pasar el día en la cama a causa de la gripe es poder dedicar tiempo a la lectura. Hojeé varios libros y leí la prensa dominical (de varios domingos e incluyendo sus suplementos), la propaganda acumulada de los grandes almacenes, de las ópticas locales y de los gimnasios (¿será cosa sólo de España?), y por enésima vez 'The Religion of Art' por Sangharákshita, el maestro budista.

Entre las noticias y artículos de la prensa dominical había dos artículos relevantes y estimulantes firmados por Javier Marías acerca de la educación, uno en El País Semanal del 9 de Octubre y el otro en el mismo suplemento del día 16, es decir la semana siguiente. Se trataban de 'las majaderías que propugnan las leyes socialistas de Educación' en España, incluyendo la confusión que pueda existir (y que existe según el escritor) entre ofrecer igualdad de oportunidades y elevar el nivel de exigencia de los estudios, la prevalencia de la 'inteligencia' sobre el uso de la memoria, y la falta de apoyo ofrecido a los profesores por el Estado frente la indisciplina de los alumnos.

La cuestión de la disciplina de los niños me interesa. Más bien me preocupa. Vivo enfrente de un colegio, viajo bastante en el metro a la hora de la salida de las escuelas, formo parte de una familia extensa y soy padre. Me preocupa no sólo porque veo la indisciplina, y sus consecuencias, sino porque siento la responsabilidad de encontrar una respuesta.

Por esta razón me sorprendió que en ninguna frase de los dos artículos acerca de la educación firmado por Javier Marías en las dos últimas ediciones de El País Semanal se mencionó la palabra 'emoción'. No sólo es sorprendente dado que el comportamiento humano está impulsado más que nada por los sentimientos y las emociones, y por lo tanto la disciplina (y la indisciplina) también, sino además porque tratando de dos artículos sobre la educación en ningún momento el escritor considera que una parte importantísima de ella debería ser la educación emocional.

Las emociones son parte de la naturaleza humana tanto o más que la razón y la inteligencia. Indudablemente la disciplina forma parte de la educación, pero tiene que ir acompañada de la posibilidad de una experiencia más alta o profunda, y por lo tanto más satisfactoria. El propósito de la disciplina no es otro que sublimar las emociones relativamente crudas y destructivas para así poder canalizarlas en expresiones mas refinadas y creativas. Sin ver que la disciplina ofrece la posibilidad de lograr un tipo de experiencia mayor, el individuo (sea niño o adulto) acaba sintiéndose frustrado por la imposición de restricciones a sus impulsos naturales. Se subleva y cae en la indisciplina. Los educadores, sean profesores o padres, no sólo tenemos que disciplinar sino también abrir los canales que dan a una salida emocional más culta.

El arte, la amistad, la ética como práctica diaria, la meditación, la contemplación de la naturaleza, el aprecio estético, la creación de entornos bellos... ¿no son enseñanzas tan importantes como las matemáticas y la lengua, la geografía y la historia?

Ha habido mucho debate últimamente en España acerca de la enseñanza de la(s) religión(es) en la escuela. Creo que el debate debería enfocarse más bien en la enseñanza de la espiritualidad, si por eso entendemos la expansión de la conciencia en términos de la comprensión (incluso de la sabiduría) por una parte y de la empatía emocional con los demás (incluso con el universo en sí) por otra. Sin este doble aspecto de la educación lo que llamamos educación no lo es. Y no sólo 'debamos resignarnos a carecer de ciudadanos cívicos y semieducados durante unas cuantas generaciones', como pronostica Javier Marías, sino a un mundo cada vez más feo estética y éticamente hablando. Esta verdadera educación 'espiritual' me parece más importante que cualquier educación 'religiosa' puramente racional, incluyendo la enseñanza formal del budismo. Y lo digo como budista.

Abajo incluyo un enlace al blogg de Javier Marías donde se pueden encontrar los dos artículos. Y otro a un tebeo que hice hoy, el día después de estar en la cama. Descubrí la página web por casualidad y pensé que, ya que entramos en la epoca de las gripes, podría ayudar a otros a pasar el tiempo de forma un pelín más creativa que leer la propaganda de los grandes almacenes.

Javier Marías
La educación

miércoles, octubre 12, 2005

El día de ...

El día de la hispanidad, la fiesta de la raza. El 12 de octubre de 1492 el marinero Rodrigo de Triana avistó tierra. Se dice que este acontecimiento cambió la concepción que se tenía de la tierra y provocó la unión de dos mundos. El día de la raza fue instituido para celebrar la unión entre aquellos pueblos que tienen en común la lengua y el origen (y supuestamente la religión).

El sentimiento es bueno. Nuestra concepción de la tierra cambió. Pero no cambió nuestra concepción del mundo. Ni siendo uno, ni dos ni tres.

"Bajo el mismo sol nos reunimos personas de diferentes lenguas, indumentarias y credos. Todos somos los mismos seres humanos, todos tenemos un concepto único del 'yo' y todos somos iguales en el deseo de la felicidad y de evitar el sufrimiento" (el Dalai Lama).

A veces hace falta hacer evidente lo obvio. Porque hoy en día la intolerancia, la violencia y la indiferencia siguen. Lo evidente se olvida.

Ójala que el día de la hispanidad sea verdad. Ójala que ayuda a que todos seamos más conscientes de los demás y de nuestros lazos. Olvidarlos es olvidar nuestra humanidad. Para que el día de la raza sea verdad creo que no sólo hay que celebrar la lengua y el origen comunes, sino recordar que nuestro mundo no es el mundo de la mayoría. Y que su mundo no es nuestro. Entonces la conciencia y los lazos serán auténticos.

Abajo incluyo un enlace a un video muy corto (hecho por Allyson Lucca). Es la conocida historia de la tierra en miniatura, como si fuera un pueblo de cien personas. Ayuda a crear unión.


La Tierra en miniatura
(Archivo de 350kb)

martes, octubre 11, 2005

¿Esteticiennes?

"La vida es la constante sorpresa de saber que existo."
Rabindranath Tagore


Una vez a la semana doy un taller en el Centro Budista. Se titula 'Mente creativa, vida creativa'. Lo elegí por dos razones. Primero porque refleja la enseñanza budista que dice que nuestra mente crea nuestro mundo. Crea nuestra experiencia. Si actuamos con una mente hábil, experimentaremos la felicidad. Si actuamos con una mente torpe, la infelicidad. La mente torpe es la ignorancia, la aversión, la avidez. La mente hábil es la sabiduría y la comprensión, la ecuanimidad y el amor, la tranquilidad y la generosidad.

También lo elegí por el termino 'creativo'. Como dice Sangharákshita, a pesar de no ser términos budistas tradicionales la transición de 'reactivo' a 'creativo' comunica muy bien el significado de la enseñanza budista. La transición de una manera de ser y de vivir que consiste en reaccionar a los estímulos de forma habitual y ciega a la de crear algo realmente nuevo, más allá del estímulo inicial, es la esencia del camino. La ignorancia, la aversión y el deseo reaccionan. La sabiduría, el amor y la generosidad crean. La primera trae la desdicha. La segunda la liberación.

Actualmente estamos explorando 'El ocio creativo' y en este último taller miramos, entre otras cosas, la práctica del 'aprecio estético'. Experimentando la aversión y el enfadado las cosas nos parecen feas. Experimentando el amor, la amistad y la ecuanimidad se ve que las cosas son esencialmente puras. Se ve el misterio presente en cada momento. Se ve que la vida es sagrada. Una de las palabras en sanscrito para la sabiduría es 'Vidya'. Se ha traducido como 'aprecio estético'. La sabiduría no es conocimiento, sino sensibilidad. Es una sensibilidad a la textura de la vida. Es un vivir en profunda armonía con esta textura. La ignorancia es un estado de enajenación, de estar en conflicto con la naturaleza de la existencia. Va de la mano de la aversión y de la avidez, y implica una actitud utilitaria frente la vida. Vemos las cosas, las personas y las experiencias en términos de que si nos sirven o no, si nos proporcionan lo que buscamos o no.

Vidya, la sabiduría, sabe que todo eso es infructuoso. E innecesario. Y eterno, como una rueda. La aversión y el deseo nunca se dan por satisfechos. Mejor soltarlos. Estar quietos de una vez. Observar. Dejar surgir y pasar. Apreciar la pureza de cada momento, cado fenómeno. Trascender el dolor y el placer. Ser libre.

Meras palabras ...

sábado, octubre 08, 2005

Un buen jamón


http://themeatrix.com/spanish/


El principio de la no-violencia es fundamental para el budismo. Diría que es fundamental a cualquier vida espiritual, o verdaderamente humana. Me es incomprensible el hecho de que muchos budistas en occidente no son vegetarianos. No hace falta tanta imaginación para poder ver que el consumo de carne implica la violencia y el sufrimiento de millones de animales.

Volveré a tocar el tema seguro. Pero es tarde y no quiero ponerme pesado. Abajo encontrarás un enlace a un video sobre la cría intensiva (gracias Vayira).

¿Que píldora elegirás tu? ¿La roja o la azul?

http://themeatrix.com/spanish/

jueves, octubre 06, 2005

saludos

Ya que, por fin, he podido montar este weblog dejo esta breve nota por si las moscas. Si por error o curiosidad alguna persona se ha tropezado con esta pagina (cosa que supongo ocurirá en algún momento) te saludo, y te informo que espero poner este weblog dedicado al budismo en marcha la antes posible. Pero no hoy. Si quieres dejar algún comentario para animarme, adelante. Que estés bien.