viernes, julio 15, 2011

El Despierto



Me ha dejado este poema mi amigo Humberto Acevedo, uno de los fundadores de La Tushita, movimiento de artistas budistas en México. 
Muy agradecido estoy para que me deje publicarlo.
Como él mismo suele decir, que la generosa vida este siempre de tu lado.



EL DESPIERTO



El despierto sabe de floridos campos y frondosos aromas,

es criatura sin creencia,

y cuando se amarra las agujetas de los zapatos

es aquí en el supremo ahora,

Y cuando regresa a casa

está ahí en el mundo de la vacuidad:

un mirarse así mismo, sin saber que se es,

donde nada tiene sitio, y alguien puede estar muriendo.



El despierto bebe sutilmente el jugo de la mansa naranja,

y poéticamente dirá que algo se cayó en el misterio del porvenir,

descansa en un silencio de pájaros

como lo hace el mar en la línea ilusoria del horizonte.

medita en la impermanencia

como la espuma habita el movimiento de las olas.



El despierto respira el abismo abierto de la memoria,

tiene un sendero y la preciosa existencia

para arreglar una bicicleta,

para disertar sobre las cuatro nobles verdades,

para mirar un amarillo vagabundo

tendido en el hermoso miércoles de oficina,

para sentir el corazón más joven que uno,

para mendincar un fin de semana contigo,

para escuchar una canción

floreciendo en la imaginación que no fracasa,

para estremecerse con la inocencia

de ese quiero ser tuyo ensuciado,

para aprender a perder el tiempo y ganarle a la muerte,

para leer un libro de Foucault

y apreciar el entendimiento limitado,

para mirar la lluvia en el paisaje ciego y sin Dios,

para subir en un ascensor

y estar cercanamente junto a otros imaginando mantras,

para mirar la belleza de una muchacha

como el silencio de un poema,

para reverenciar el Dharma:

esa palabra que envuelve de otro modo las cosas.

El despierto es un Buda.


Humberto Acevedo